Deepfakes

Buenas tardes.

Estoy completamente de acuerdo con muchos de vosotros sobre la opinión de cuestionar lo que se ve, lo que «nos venden». Estamos expuestos a la mentira, también a la verdad, pero sobre todo a la mentira. Armarnos, desde mi punto de vista, solo puede llevarse a la práctica a través del contraste de información, como comenta Lola, del desarrollo del pensamiento crítico, como comenta Joan, o de la conjunción de estas en la educación en la red. Podría ser a través de una asignatura en las aulas, como se comenta en el foro, para plasmarlo en algo concreto.

Siempre se ha dicho: «la información es poder». Yo no vi aquel renombrado programa de Jordi Évole del 23F pero, sin duda, me acuerdo de las personas que se lo creyeron. Esta vez, supieron la verdad; sin embargo, como dice el presentador: «Seguramente otras veces les han mentido y nadie se lo ha dicho».

https://www.lasexta.com/programas/salvados/noticias/febrero-2014-dia-que-jordi-evole-puso-patas-arriba-golpe-estado-operacion-palace_2017022358af1d890cf28e3b3a9c16b5.html

El concepto de «economía de la atención»

La economía de la atención se refiere a cómo han conseguido captar nuestra atención a través de la pantalla y, con ello, hacer dinero.

Las redes sociales y la economía de la atención tienen una estrecha relación, ya que las redes sociales se basan en captar nuestra atención. ¿Cómo? poniéndolo al alcance de todos (gratis) y dándonos la “dopamina” necesaria (Likes…).

Todo este “fenómeno” está teniendo una influencia sin parangón. Tengo alumnos que vienen dormidos a clase porque se entretienen con el móvil hasta altas horas de la noche. Por otro lado, muchos grupos de amigos, ya no adolescentes, cuando se reúnen ponen los móviles en el centro de la mesa para no verse tentados a estar “enganchados” sin hablarse entre ellos, como es muy normal de ver .

Es cierto, por otro lado, que tiene un gran abanico de posibilidades para la educación gracias, por ejemplo, a disponer de manera inmediata de la información o a muchas otras posibilidades; sin embargo, hay que ser conscientes también de los riesgos.

Hace poco me decía una alumna: “voto (en un programa) por la aplicación, ES GRATIS, no me cuesta dinero, de verdad, María”. Pero sí te cuesta algo, le deje, el producto eres tú, tus fotos, tu ubicación, en parte te estás vendiendo, ¿te das cuenta? , lo hacemos todos pero hay que ser conscientes de ello…

Internet y la sociedad red

El texto Internet y la sociedad red de Manuel Castells me ha parecido muy revelador en cuanto a la visión que un experto en la materia de internet podía tener hace 15 años.

En el foro ha sido ampliamente comentados todos los puntos que Castells presenta en el documento sobre qué es Internet; por ello, simplemente voy a comentar los aspectos que más me han llamado la atención.

  • Internet no se crea como ganancia empresarial.
  • Buscando el uso de Internet encontraron que su mayor uso era en realidad para lo que lo usaban: la comunicación.
  • Internet se autogestiona, por eso nadie le dio importancia en un primer momento.
  • La capacidad educativa y cultural en su utilización es más importante que la conectividad técnica.
  • Internet genera un nuevo modelo de economía por la red y transforma el mercado financiero. Nuevo valor de la innovación.
  • Los comportamientos se apropian de Internet, no al revés.
  • Las comunidades se crean por redes de afinidad y tienen éxito cuando tienen un propósito o tarea común. Internet, generalmente, refleja la relación que se tiene en la realidad física; puntualmente es el medio de escape para personas aisladas, mientras que los adolescentes suelen inventarse identidades o pasarse horas de conversación.
  • Internet permite la coordinación. “Aquí estoy yo. Este es mi manifiesto, ¿quién está de acuerdo conmigo?”
  • Internet conecta lo global y lo local.
  • “¿Privacidad en Internet? Olvídese de eso, usted ya ha perdido su privacidad para siempre”.
  • Internet como medio de comunicación es masivo, continuo e interactivo.
  • Internet es la base de la sociedad red.

El concepto de sociedad de conocimiento

Buenas tardes,

Tras haber leído el documento El concepto de sociedad de conocimiento de Krüger, comparto algunas de las ideas que en él se reflejan, especialmente en lo referente a la innovación y el conocimiento. Desde mi punto de vista, una sociedad que es considerada “sociedad del conocimiento”, no puede serlo si no revisa sus prácticas, contenidos o procedimientos de manera que sirvan para mejorar esa misma sociedad, impulsando la innovación necesaria para esa mejora.

Por otro lado, cuestiono las incertidumbres actuales que el citado texto plantea, subrayando los avances tecnológicos y científicos como punta de lanza de las mismas. Si bien es cierto que es impredecible hacia dónde irá a parar la innovación tecnológica, considero que los usuarios de la tecnología son o somos cada vez menos conscientes del desconocimiento, o mejor dicho de falta de sabiduría, que sufren/sufrimos. El usuario de la tecnología se cree todo lo que ve y, es más, una gran mayoría considera que por estar informado lo sabe todo, sin cuestionar la fuente de conocimiento o el valor del propio conocimiento. Si la sabiduría, como decía Luis Joaquín Simón en el chat, es comprender el conocimiento, manejarlo, transformarlo, considero que hay una tendencia de los usuarios de la tecnología a obtener el conocimiento, pero no la sabiduría.

Para terminar, en relación al tema de la “inteligencia colectiva” que proponéis en el chat, considero que la utilización de las herramientas tecnológicas a las que hoy en día estamos acostumbrados, ha creado, de alguna manera, una forma de pensar que favorece el “pensamiento común” y nos ha ido privando de la individualidad propia del “aislamiento”, es decir, la conectividad constante nos priva de nuestra privacidad y, por tanto, del pensamiento propio. El texto cita las sociedades de conocimiento como conjunto de diferentes formas de organización. Sin embargo, desde mi punto de vista, la sociedad del conocimiento nos hace cada vez más homogéneos.

La teoría del caos

Buenas tardes.

Me gustaría cuestionar un comentario de Rubén Valls en el que dice que utilizamos la teoría del caos en nuestro aula, pero de manera controlada y reduciendo las consecuencias negativas. Es verdad que lo intentamos, sin embargo, considero que no siempre se consigue. Palabras amables, como comentáis, pueden causar un efecto inesperado; pero de la misma manera que una llamada de atención, un gesto de cariño…

Por otro parte, entiendo que la teoría del caos que presenta la noticia se refiere a un desvío, consecuencia o resultado que se sale de lo establecido, de lo esperado. Por ello, hay suficientes razones para creer que la utilización de los móviles, como me parece que comentabais, ha llegado a sobrepasar completamente lo esperado en sus inicios. De hecho, si nos paramos a pensarlo, incluso Internet, el cual lleva con nosotros muy poco tiempo, se ha convertido en una herramienta indispensable en el día a día, ¿será un efecto inesperado?

Para terminar, el vídeo comenta que en la Teoría del Caos «el todo no es necesariamente la suma de las partes», estrechamente relacionada con la Teoría de la Gestalt, la cual postula que «el todo es más que la suma de las partes». Esta teoría, creada a principios del S.XX, pretendía dar respuesta a cómo nuestro cerebro organiza la información cuando observamos una imagen. Así, los principios de la Gestalt han servido a numerosos publicistas para intentar «poner un poco de orden en el caos» porque al final, biológicamente, buscamos el orden y la estabilidad. Es decir, usamos la teoría del caos pero si podemos ordenar el caos, mejor.

El hakeo de casi todo

¡Hola compañeros!

Coincido con muchos de vosotros en que la metáfora del barco que se hunde está totalmente ajusta a la realidad que vivimos en la educación; en el fondo una gran pena, ya que nuestros alumnos son los pasajeros de ese barco que naufraga.

A este respecto, me gustaría destacar los comentarios de Julia Espinosa y Luis Joaquín Simón, los cuales considero tienen un planteamiento común en relación a individualizar el proceso de enseñanza, dar respuesta a las necesidades e intereses específicos y a los contextos diferenciados. Me he sentido identificada con el planteamiento de Julia según el cual realizar ciertos cambios en el aula, implementando nuevas propuestas metodológicas, supone una misión imposible. Al final lo establecido es puntuar, mantener un registro en el que se especifique que se ha realizado dicha actividad, la calificación del alumno, su media, etc. Aún estando completamente de acuerdo con la frase que dice el vídeo sobre la evaluación (“nada que ver con el aprendizaje”), cambiarlo es, cuanto menos, complejo.

Por otro lado, me parece relevante el comentario de Ana Belén Ramos, ya que desconocía la llamada “pedagogía del asombro”. Personalmente, considero que la maker philosophy está muy relacionada con lo que Robert Baden Powell y la pedagoga Vera Barclay propugnaron a principios del siglo XX en sus distintas metodologías, según edades, dentro del Movimiento Scout. Pese a que estas corrientes están enmarcadas dentro de lo que podríamos clasificar como educación no formal, su clara vocación de enseñanza-aprendizaje mediante la acción, supusieron en su momento la punta de lanza de esta corriente educativa que ha terminado llegando a las aulas del sistema educativo.

Manifiesto de Giroux

Considero que en su Manifiesto de la Pedagogía Crítica, Giroux reflexiona especialmente sobre una situación y momento concretos de la educación en Estados Unidos; sin embargo, y en parte debido al hecho de que vivimos actualmente en un mundo globalizado que nosotros mismos hemos construido, no cabe duda de que el planteamiento que en el texto se presenta sobre la práctica educativa, tiene una profunda conexión con nuestra propia práctica y me atrevo a considerar que también con otras prácticas educativas fuera de nuestras fronteras.

El citado Manifiesto me ha hecho cuestionarme hasta dónde pueden/suelen las ideologías corromper la educación. Un caso evidente de esta situación es el que constituye el tan manido debate de las tareas para casa, junto a otros ejemplos incluidos en el texto o en nuestro foro, tales como el curriculum impuesto, los libros de texto, los tiempos y espacios escolares, etc.

Por otra parte, si partimos de un supuesto inicial en el que los docentes deberíamos tener el empoderamiento necesario para llevar a cabo un cambio democrático, ¿necesitamos que nos digan qué actividades son necesarias y cuáles no?, y más importante aún, ¿dónde queda la libertad de cátedra?, ¿falta algo en nuestro sistema educativo por regular/controlar?

Como se comenta por el foro, y concretamente en el comentario de la compañera Sara Domínguez, lo que se propone en el Manifiesto no son cambios superficiales sino que van mucho más allá, abogando por fomentar entre los alumnos el pensamiento crítico, creativo y cívico, en definitiva, constructor de conocimiento. Así pues, la meta no es el conocimiento memorístico como se ha venido considerando de forma mayoritaria en los sistemas educativos tradicionales, sino la adquisición de conocimiento de manera que el alumno tenga un papel protagonista en su aprendizaje y desarrolle esas habilidades que le permitan reflexionar, ser crítico y tener la mente abierta, para de este modo construir su propio camino.

Otra cuestión relevante es la que plantea la compañera Rut María Cabrera en su comentario del foro. En su argumento expone la importancia del mobiliario en el aula , algo con lo que, sin duda, estoy de acuerdo. De hecho, considero que este aspecto refleja la manera de actuar por parte de los agentes implicados en el trabajo diario del aula, pero sin embargo, no debemos darle una relevancia excesiva a un aspecto no determinante en última instancia; es decir, el énfasis se debe poner en la puesta en práctica de métodos que favorezcan la creatividad y el desarrollo adecuado del proceso creativo, y no en el material utilizado para ese fin.

Personalmente, considero que la escuela favorece, trabaja y premia en exceso el pensamiento lineal, basándose en respuestas cerradas, y trabaja muy poco o nada el pensamiento múltiple, divergente, que desde mi punto de vista tiene mucha más conexión con el pensamiento crítico y constructor de conocimiento del que hablamos. Este hecho se aprecia en que la mayor parte de los ejercicios en los libros de texto y los presentes en pruebas de impacto, tienen como solución una única respuesta, de modo que el alumno la sabe o no. Sin embargo, trabajar el pensamiento divergente supone estar abierto a múltiples respuestas y, para ello, los problemas planteados no deben tener una única solución posible, tal y como ocurre en muchas de las situaciones de la vida cotidiana.