COMUNICACIÓN Y PODER

“El mensaje solo es eficaz si el receptor está dispuesto a recibirlo (…) y si se puede identificar al mensajero y éste es de fiar”

El texto propuesto para su lectura marca desde el principio los ejes principales de estudio: la comunicación y el poder. La unión que el autor realiza de estos términos se basa en el control uno del otro: controlando la comunicación y la información se obtiene el poder, mientras que romper el control en la comunicación supondrá posicionarse en el contrapoder.

Desde este punto de vista, vemos cómo la comunicación se torna indispensable. El autor justifica esta posición prioritaria de la comunicación al ser la forma de interacción con nuestro entorno y al tener esta, por lo tanto, una influencia preponderante en nuestra mente.

“El poder funciona actuando sobre la mente a través de los mensajes”

Además, Castells enfoca también el estudio en las nuevas formas de comunicación en red, a las que denomina “autocomunicación de masas”. Parece concluir con una visión más esperanzadora a los planteamientos iniciales en los que se mostraba inverso en una sociedad dictatorial. El panorama actual es considerado distante de aquella sociedad, formando ahora una sociedad red y aumentando las posibilidades de cambio social por el mero hecho de pertenecer a esta “nueva” sociedad en la que el poder se descentraliza y los usuarios somos tanto receptores como emisores de información.

Sin embargo, es relevante el planteamiento realizado por el autor acerca de las similitudes entre la sociedad y la sociedad red; así pues, las relaciones de poder que se forman a través de la comunicación, se van a ver también proyectadas en las relaciones de poder a través de la comunicación en la sociedad red.

LA CONDICIÓN POSTMODERNA

Me gustaría hacer referencia al comentario de David, ya que el documento propuesto me ha hecho reflexionar un poco en la misma línea. Existe una relación de consumidor a mercancía, como dice David, porque el saber parece haberse convertido en un producto, por lo tanto, es vendido y consumido. Podemos distinguir un ejemplo clarificador, desde mi punto de vista, con las páginas web de los centros educativos. La presentación de las mismas, en muchas ocasiones, supone para el internauta la observación de un producto a la venta, haciendo la misma pregunta que con cualquier otro producto, ¿para qué sirve? Igualmente sucede con las materias que David plantea en su comentario, el saber en sí mismo no está valorado socialmente porque realmente nos planteamos, ¿y para qué sirve?

En la realidad que Lyotard nos ha descrito, estanca, dominada por el poder y jerarquizada, nos han hecho asumir estos planteamientos como racionales y justos. Sin embargo, ya que también se plantea en el texto que la ampliación de poder es, en parte, gracias a tener acceso a la información, personalmente, opino que la práctica social, en la que la comunicación cobra un papel relevante, refleja la diversidad existente y además, puede empoderar al individuo para cambiar dicha realidad.

5 Ws CONTRA LA DESINFORMACIÓN

“El PP no quiere obreros en la Universidad” (2016)

“Exigimos el FIN de las procesiones. Son actos que atrasan nuestra sociedad y ofenden a nuestros hermanos musulmanes” (@podemos_vindel) (2016)

“Albert Rivera propone la vuelta del servicio militar obligatorio para ninis” (2016)

Estos son algunos de los ejemplos de noticias que tuvieron una enorme repercusión en las redes sociales en España y son falsas.

A partir de los términos que el compañero Roger Pubill ha mencionado en su comentario en relación a los elementos que debe tener una noticia para que sea emocional y atractiva, se podría considerar que todos los titulares expuestos cumplen las características mencionadas:

  • Claim: las tres son frases cortas y llamativas.
  • Reasonwhy: hay algunos motivos para creer en las noticias expuestas, p.e. se vinculan a cuentas que presentan la apariencia de cuentas oficiales.
  • Call2-Action: los lectores pueden dar respuesta, p.e “compartir”, “retweet” y/o “Me gusta”.

Según estas y otras noticias con gran repercusión en la red, me gustaría complementar el análisis de Roger destacando el elemento humano que caracteriza los contenidos virales. Considero que gran parte del éxito en el impacto de estas noticias es debido a que son historias humanas, es decir, que afectan en mayor o menor medida al lector.

“¿Por qué las feministas son más feas que las mujeres normales?” Lo tuitearon indignadas Inés Arrimadas o Ana Pastor. Sánchez Agulló lo celebraba: llevaba ya un millón de lecturas, dice: “Nos están poniendo a caldo, contaba con ello. El artículo no es ninguna tesis doctoral. Es una crítica al movimiento feminista, que nos parece una chorrada, pero busca un tono jocoso y la gente entra al trapo”.

Esto es impresentable. Increíble que en el siglo XXI tengamos que leer artículos así https://t.co/n9Q5xYGIqR — Inés Arrimadas (@InesArrimadas) January 25, 2017

Por otra parte, también me gustaría añadir otro elemento que ayuda a que el contenido de la noticia en cuestión sea atractivo: la “dosis” justa de originalidad, en otras palabras, que el titular capta nuestra atención por inverosímil pero que no es tan imposible como para no poder ser verdad.

 “España multará con 30.000 euros a quien abandone un perro”

Fuente: pincha aquí

 

CULTURA JUVENIL Y CAPITALISMO DE PLATAFORMA

“es necesario reflexionar sobre cómo la acción de los jóvenes produce valor económico para las corporaciones digitales y cómo el mercado vampiriza la creatividad de los jóvenes online”

Considero que el artículo propuesto provoca una reacción inmediata de reflexión sobre la situación de los adolescentes actualmente. Tras la lectura del artículo, mi parecer personal es que los adolescentes se presentan desprotegidos frente a la realidad que les ha tocado vivir. Su participación en las distintas plataformas, a priori voluntaria, se torna impuesta desde el momento en el que estar offline implica no ser partícipe del grupo y sus dinámicas sociales en las redes. Por otro lado, cuando estos usuarios de la red participan, generalmente se implican en actividades creativas, ya sea por diversión o por placer, con el objetivo de ser reconocidos en la comunidad online de la que se sienten parte.

Esa actividad aparentemente creativa no es tal, pues sin embargo se trata de una mera tarea guiada por intereses económicos que subyacen en la red. Así los usuarios, adolescentes en este caso, se convierten en meros productos de un sistema preestablecido, el cual alardea de favorecer la libertad de participación de sus usuarios mientras que, en realidad, se trata únicamente de una sensación de participación, mas que de una auténtica libertad creativa. En definitiva, los usuarios pasan a transformarse en simples “productos de mercado”, tal y como los denomina en su comentario la compañera Melisa.

Por otra parte, otros compañeros, como María del Mar y Luis Joaquín, hacen mención a los influencers. Luis Joaquín nos habla de individuos que amasan suficiente peso en la red para pasar de tener voz a tener influencia. El hecho tratado en el artículo, llama la atención al tratar un grupo de edad que está forjando todavía su identidad personal y que es, ante todo, influenciable. De este modo, el adolescente que se introduce en la red, con una identidad digital también por formar, se ve expuesto a la acción de actores externos a sí mismo y su entorno, que ejercen su influencia en una identidad aún en proceso de construcción.

POR UN (CASI) DECÁLOGO DE LAS PLATAFORMAS SOCIALES

En referencia al comentario de Sonia y de Alejandro respecto a la transparencia en las redes sociales, es cierto que la no transparencia se manifiesta tanto en los mecanismos de funcionamiento de las redes como, como expone Alejandro, en los comentarios de los propios usuarios de la red; el usuario, además de seleccionar y distorsionar en cierta medida la realidad, muestran su propia realidad y, por otro lado, una representación del yo elegida, seleccionada más por lo que el usuario quiere ser y no por lo que es realmente y certificada en parte por las acciones digitales que este realiza.

En el análisis de esta representación del yo, se observa que es también una posverdad legitimada por los otros, los amigos y los amigos de los amigos, que en la red son autenticados, formando una conexión que “aparentemente” refleja la conexión del mundo físico. Siguiendo nuevamente a Alejandro, el ‘Me gusta’ o ‘Me divierte’ van a crear la interacción necesaria para los usuarios en la red, especialmente para cubrir la demanda de atención que la soledad precisa.

Por otra parte, en las redes sociales los usuarios son receptores pero también emisores de información, teniendo una influencia poderosa en la estructura de su red y, por tanto, dando a la acción de compartir un valor inmaterial destacado. En el siguiente vídeo, Fowler lo explica dentro de la norma de los tres grados de influencia y destaca el “efecto multiplicador” de las redes sociales.

En relación al (casi) decálogo que nos ocupa, me resulta relevante el siguiente extracto del vídeo:

  • No están solos. – Sus acciones dan sus frutos en toda la red social. (Fowler)

Enlace al vídeo: El poder de las Redes Sociales